Desde el día 21 de Junio con el
reencuentro, siempre agradable, con antiguos compañeros de otros recorridos,
comenzamos un nuevo viaje esta vez a la zona de los Balcanes y también
comenzamos a poner a prueba nuestra paciencia para soportar esperas y vuelos
con la esperanza de una pronta llegada y el optimismo al alza pensando en los
días que nos esperaban.
Y así, nos encontramos con nuestra guía Silvia en el aeropuerto de Sofia
que nos condujo al hotel Marínela, hotel en el que la amplitud y el aparente
“lujo” llegaban a crearte cierto desconcierto.
Por fin amanece el día 22 y a las 9:00 hora de Bulgaria, Silvia y el
autobús nos recogen a la puerta del hotel y damos comienzo a nuestro primer día
de visita en SOFIA capital de Bulgaria, una de las ciudades más antiguas
de Europa; y a la que los romanos
llamaron Serdica nombre este al parecer relacionado con la tribu Tracia de los
Serdios. Los tracios, un grupo étnico de origen indoeuropeo son los más
antiguos pobladores, históricamente probados, de las tierras búlgaras y la
antigua Europa, vivían agrupados en tribus (Getas, Serdios, Odrisios….) y
dejaron vestigios muy numerosos e importantes en todo el territorio búlgaro,
datados desde la Edad del Bronce.
Volviendo a Sofia, fue conquistada por macedonios y romanos, dio a Roma
emperadores como Galerio (de origen tracio). Más tarde, ya en el siglo IX es
conquistada por los búlgaros y más tarde por los bizantinos hasta que en el
siglo XIV los turcos llegan a conquistar la ciudad y Sofia se convierte en la
capital de la parte europea del imperio otomano, ya con el nombre con el que
hoy la conocemos.
Es fácil imaginarse que paseando por sus calles, contemplemos desde
restos de murallas de la antigua Serdica y su puerta del Este, como
numerosísimos edificios dedicados a distintos cultos religiosos, todo ello nos
da idea de la cantidad de culturas que se sucedieron en la ciudad y de cultos
religiosos que convivieron en ella; no en vano hay que destacar que Sofia fue
una de las pocas ciudades, que protegieron a sus ciudadanos judíos durante la
segunda guerra mundial.
Estamos en la plaza Sveta Nedelya
y nos encontramos con la catedral del mismo nombre y su cúpula de 30 m. de
diámetro, casi enfrente al otro lado tenemos la estatua que representa a Sofia
con la diosa protectora de la ciudad símbolo de la sabiduría que sustituyo en
el 2001 a la estatua de Lenin que estuvo en este mismo lugar, cruzando la plaza
tenemos las ruinas de la antigua Serdica que se exhiben en el interior de la
estación de metro del mismo nombre y en el lugar donde se hallaron, caminar el
subsuelo entre las distintas salidas de la estación es interesante. Otro
vestigio es la iglesia de Sveta Petka
pequeña iglesia medieval construida sobre una cripta de época romana con
importantes restos de murales del s.XV.
Es sorprendente la cantidad de hermosos edificios que nos encontramos en
toda esta zona, enseguida nos tropezamos con el Museo Historico de Sofia bello edificio neobizantino que
albergo los antiguos baños minerales de
la ciudad, ante èl un bonito parque con su fuente y al otro lado la Mezquita Banya Bashi y su inconfundible
minarete, saliendo del parque tenemos el Mercado
Central de 1909 de fachada también neobizantina de piedra y ladrillo, su
interior de estructura de hierro y muy luminoso ha sido restaurado como tantos
otros mercados de tantos otros países europeos y pegada al mercado vemos la Sinagoga Central neomorisca y
neobizantina y seguimos andando y no se acaban nunca las iglesias, los museos,
los edificios oficiales o que lo fueron en otro tiempo como el del partido
soviético, los restos arqueológicos etc, etc…
Continuamos en nuestro paseo y llegamos al edificio de la Presidencia en el mismo
momento en que se lleva a cabo el “cambio de guardia” que es discreto pero que
así y todo provoco las fotos de rigor, en el patio trasero del edificio se
encuentra un pequeño yacimiento arqueológico que rodea a una pequeña iglesia de
San Jorge llamada también “la Rotonda” edificio de ladrillo que en su
día fue mezquita y recupero el culto cristiano con la caída del imperio otomano
para volver al culto ortodoxo años después
Caminamos por el bulevar Tsar
Osvoboditel pavimentado con adoquines dorados cuidadosamente conservados por
los ciudadanos; contemplamos el edificio de la Universidad, el del Parlamento y
más adelante la Iglesia de San Nicolas
o también llamada iglesia Rusa con sus cúpulas doradas y su decoración de
azulejos de clarísima inspiración moscovita y seguimos caminando ahora a través
de bonitos jardines, muy abundantes por todas partes hasta encontrarnos con el
edificio más emblemático de Sofia, la impresionante Catedral ortodoxa de Alexander
Nevski, construida en honor a los soldados rusos caídos en la guerra de
liberación de Bulgaria del dominio otomano. El edificio es un templo ortodoxo
de estilo neobizantino finalizado en 1912, desde la calle, destaca por un
exterior con bellísimas cúpulas verdes y doradas que se elevan hasta los 52 m.
y una situación privilegiada con un perímetro libre de edificios que permiten
las fotografías soñadas; su interior como es de esperar esta lujosamente
decorado con pinturas, iconos, lámparas, mobiliario… A la tarde siguiente y por
consejo de Silvia, nuestra guía, asistimos a la interpretación de la misa
cantada por el coro de la iglesia, un buenísimo consejo de los varios que
debemos agradecerle y un placer.
. En este entorno se encuentra también la iglesia de Santa Sofia otra de las
iglesias más famosa de la capital, fue iglesia Metropolitana y llego a ser tan
conocida que en el siglo XIV dio su nombre a la ciudad. Fue convertida en
mezquita durante el imperio otomano y sus pinturas murales destruidas, hoy en
día su fábrica de ladrillo y su sobrio aspecto le asemejan más al antiguo
templo de la Alta Edad Media.
Estamos cansados, el recorrido ha sido cómodo de andar y muy bonito, hay
muchos parques y sombras suficientes, Silvia se compadece de nosotros y nos encamina
al restaurante; por fin llegamos cansados pero contentos, la mañana ha sido
larga pero no ha tenido desperdicio y ahora a disfrutar de la cocina búlgara.
Hemos terminado de comer, estamos satisfechos y algo dormidos pero aún
no ha terminado la jornada de trabajo y el autobús nos recoge y pone rumbo a
las afueras de Sofia camino del Museo
Nacional de Historia. Nos bajamos ante un bonito jardín (uno más) y a
través de él llegamos al edificio del museo, se inauguró en 1973 el vestíbulo
es inmenso y posee diferentes alturas y
espacios comunicados a él que ordenan el material que se enseña y que
para nosotros es ni más ni menos que el Tesoro de los Tracios integrado por
piezas bellísimas muy refinadas en su diseño y su factura, increíbles para ser
de época tan remota. No solo contemplamos el tesoro tracio, el museo también
poseía muy bonitas maquetas de soberbia factura de edificios que posteriormente
veríamos a lo largo de los días, pinturas y labores de todo tipo una gran sala circular muy bonita y sorprendente
que impresiona muchísimo al entrar y contemplar el fondo de naturaleza del que
nos separa un larguísimo paramento curvo acristalado en su totalidad, que nos
rodea y nos enseña la importante aportación de la naturaleza a la obra humana.
El Museo de Historia habría merecido muchas
horas de muchos días, pero como tenemos pocas aunque nos duela hay que irse,
menos mal que cuando llegamos al lugar que nos espera, nos consolamos y se nos
quitan las penas, hemos llegado a la Iglesia
de Boyana.
La iglesia de Boyana está
situada en el barrio de Boyana a las afueras de Sofia, fue declarada Patrimonio
de la Humanidad por la UNESCO en 1979; es celebre por los frescos del siglo
XIII que se realizaron sobre otros anteriores, en total 89 escenas y 240
figuras humanas que ilustran detalles de la sociedad de la época y de la vida
de San Nicolás las situadas en el nártex. El entorno de la iglesia es un bonito
jardín boscoso con algunos ejemplares de sequoias que relaja disfrutándolo,
mientras esperas entrar ya que se visita en grupos de ocho personas que no
pueden permanecer en el interior más de un cuarto de hora.
Volvemos al hotel con el tiempo justo para
relajarnos, descansar ligeramente y subir al comedor a disfrutar de la merecida
y rica cena que tenemos preparada. Ha sido un día muy cansado pero repleto de
interesantes descubrimientos, el paseo por la ciudad ha merecido la pena lástima
que no haya tiempo, tanto la ciudad como lo visto en las afueras merecen mas,
pero si lo mucho que falta por ver es igual no podemos perder un segundo.
Mañana nos espera ni más ni menos que el Monasterio de Rila.
EL MONASTERIO DE RILA se encuentra
situado en el corazón de las montañas de Rila en el sudoeste de Bulgaria, las
más altas del país y de los Balcanes. Fue fundado en el siglo X por San Juan de
Rila, destruido y vuelto a erigir en su lugar en el siglo XIV, fue destruido por un incendio y reconstruido
entre 1834 y 1862.A lo largo de su historia ha sido un centro espiritual y
cultural de Bulgaria. Al entrar nos recibe un amplio patio limitado por muros
de piedra de 22m. de altura, todos los edificios del monasterio se distribuyen
dentro de ese recinto siendo el más antiguo la Torre Jreliyova del siglo XIV, ella fue la fortaleza del
monasterio; el templo de difícil nombre que traducido queda como Iglesia del Nacimiento de la
Virgen impresiona con un iconostasio tallado en madera de factura
sorprendente y con unos frescos en sus muros dignos de grandes maestros, en
ella se encuentra enterrado su fundador. En todo el recinto se observa la gran
importancia que debió tener el monasterio desde su fundación lo que contribuyó,
a la gran calidad artística que se observa, propia de grandes artistas, es
precioso el colorido de las pinturas sea cual sea el lugar en que se encuentren
y el conjunto de edificios que se distribuyen alrededor del patio y su bonita
entrada, su claustro, la columnata de cuatro pisos con sus galerías y escaleras.
En 1983 la UNESCO incluyo el conjunto monacal en la lista del Patrimonio de la
Humanidad.
Hemos visto una de las joyas, quizá
la más importante, de la arquitectura y la cultura búlgara, emblema del
espíritu búlgaro y de la religión cristiana ortodoxa y una vez más nos ha
sabido a poco y necesitaríamos tiempo no para hacer más fotos, hemos hecho muchísimas,
sino para escudriñar cada uno de sus rincones, pero no somos más que turistas
con prisa como todos y a lo único que nos ha dado tiempo ha sido a degustar en
un chiringuito oportunamente colocado al exterior, una especialidad de churros
que hasta ahora no conocíamos y que dada la hora nos han sabido a gloria.
Y ya marchamos a comer al mismo lugar en el que paramos al ir hacia el
monasterio y próximo a él, una vez que terminamos subimos al bus y tomamos el
camino de vuelta a Sofia que dista 120 Km.
Hemos dormido la siesta mientras nos acercábamos a la ciudad y
aprovechando que aún queda tiempo hasta
la hora de la cena, los que queremos nos bajamos del bus dispuestos a
seguir andando por Sofia y a seguir los consejos de nuestra guía y oírnos la
misa ortodoxa cantada en San Alexander Nevski, hacemos tiempo paseando calles y
viendo artesanías y a la hora prevista estamos en misa, el agradable rato
pasado en la iglesia escuchando el hermoso canto coral y el frescor del
interior nos permiten salir dispuestos a seguir explorando la ciudad en todos
sus aspectos así que para llegar al hotel nos metemos en el metro y vivimos
otra experiencia más.
Tontamente ya es día 24 y abandonamos el hotel Marinela, no sin antes
despedirnos de los pavos reales que nos obsequian con su aspecto más
espectacular y sus preciosos atributos mostrados en todo su esplendor, correspondemos
con las fotos de rigor, y a las 9:00
horas al bus camino de KOPRIVSHTITSA una pequeña ciudad a las faldas de la
montaña Sredna Gora y a las orillas del rio Topolnitsa rodeada de montañas y
bosques. La ciudad tiene seis siglos de historia y en ella hallaron refugio muchos
búlgaros que huían de las tropas turcas, la ciudad va aumentando y sus
emprendedores habitantes consiguen que
llegado el siglo XVIII su floreciente economía se traduzca en un rico
florecimiento arquitectónico que mediado el siglo XIX alcanza su máximo nivel,
construyeron casas espaciosas, comodas y bonitas con un sentido muy colorista y
personal que hoy disfrutamos los visitantes, construyen escuelas, puentes,
fuentes y todo aquello que permite a su comunidad vivir mejor y sus jóvenes,
discípulos de sus escuelas, propagan por el territorio búlgaro el idioma y la
ciencia. Koprivshtitsa tiene un lugar merecido en las luchas por la
independencia de Bulgaria con muchos líderes e ideólogos hasta desembocar en la
insurrección de Abril. Paseamos por sus calles, contemplamos sus casas algunas
hoy convertidas en museos, visitamos su iglesia de color azul y sus plazas con
las fachadas de distintos colores; nos vamos muy relajados de esta pequeña pero
importante ciudad y después de comer nos acercamos al Monasterio de Troyan.
MONASTERIO DE TROYAN como
complejo es el tercer monasterio más grande de Bulgaria y se encuentro a 10 Km.
al sur de la ciudad de Troyan, fue fundado en el 1600 y restaurado entre 1830 y
1865 conserva su forma inicial hasta hoy, su estilo arquitectónico corresponde
a la escuela del Renacimiento búlgaro y al igual que otros posee dos patios en
los que se han construido varios edificios como la posada, viviendas, una torre
de 1866 y el más importante la iglesia de la Asuncion de la Virgen Maria en el
centro de uno de ellos, esta iglesia tanto el interior como el exterior está
decorado con frescos del pintor Zajari Zograf que constituyen la cumbre de su
obra, en cuanto a la riqueza de escenas y personajes no se conoce en el arte
búlgaro del Renacimiento nada mejor. El monasterio también posee edificios de
bonitas galerías y escaleras aquí predomina la madera y las cubiertas de piedra
natural que consiguen resultados espectaculares también. Además de su valor religioso
y artístico tuvo gran importancia en la historia de Bugaria por su contribución
a la lucha por la independencia protegiendo a los rebeldes y a los soldados
rusos que luchaban a su lado.
Abandonamos el bonito lugar donde se asienta el monasterio y vamos
camino de un nuevo alojamiento en un nuevo lugar Veliko Tarnovo. Llegamos al hotel poco antes de que anochezca por
lo que podemos contemplar sin dificultad la gran piscina que nos recibe con sus
sombrillas y hamacas tentándonos sin reparos, en fin resistimos porque lo
primero es lo primero y hay que aposentarse pero cuando subimos a las
habitaciones nos damos cuenta de que la piscina sigue omnipresente y puede ser
contemplada desde las habitaciones de todos en todo su esplendor. El entorno
natural es bonito, montañoso y refrescante.
Ya estamos a 25 de Junio y VELIKO TARNOVO nos espera, es una de las
ciudades más antiguas del país, se encuentra al norte a orillas del rio Yantra
, en la Edad Media fue la capital del Imperio de Bulgaria y un símbolo del
nacionalismo búlgaro frente a los otomanos a lo largo de los siglos. El autobús
nos conduce al punto más cercano posible a la fortaleza de Tsarevets, desde aquí los zares medievales gobernaron el país
durante dos siglos y a medida que avanzamos siguiendo a Silvia hacia la entrada
contemplamos unas bonitas vistas de la
colina Tsarevets y del rio Yantra, una vez que entramos continuamos por un
bonito camino de árboles y vegetación siguiendo la línea de la muralla hasta
llegar a lo alto de la colina donde está la iglesia patriarcal y la torre
Balduino; durante todo el camino tanto de ida como de vuelta disfrutamos de
unos paisajes muy bonitos mientras vamos escuchando las explicaciones de
Silvia, la temperatura y el sol convierten el paseo en un placer. Abandonamos
la fortaleza medieval y continuamos visita con la iglesia de San Pedro y San
Pablo, una pequeña iglesia construida en el siglo XIII a los pies de la colina,
en ella se pueden contemplar frescos de diferentes épocas y estilos del siglo
XIII al siglo XVI, el conjunto reúne gran belleza.
A 5 Km de Veliko Tarnovo se encuentra ARBANASI, las primeras noticias de
su existencia datan de la segunda mitad del siglo XV o principios del XVI, en
este momento Arbanasi posee grandes facilidades tributarias lo que unido a una
gran actividad comercial, le conducen a una gran prosperidad económica en el
periodo de los siglos XVII a XVIII que tuvo su reflejo inmediato en la
arquitectura de sus viviendas, sin parecido con las del resto del país. Las
casas son todas de piedra, de dos plantas, la primera dedicada a la actividad
económica y la segunda a residencia propiamente dicha, estaban rodeadas de
altos murallas como pequeñas fortalezas con sus ventanas enrejadas; realizamos
la visita a la Casa Kostantsa
exquisitamente decorada y testimonio del bienestar de sus habitantes. Antes de
la visita a la vivienda visitamos el templo más antiguo de Arbanasi la Iglesia de la Natividad o del Nacimiento
de Cristo con la capilla de San
Juan Bautista, su construcción se inició en la segunda mitad del siglo XVI y se
prolongó hasta finales del XVII, los frescos cubren todas las paredes de
figuras humanas dotadas de una gran movilidad, detalle este importante dado el
hieratismo imperante en este tipo de representaciones y un colorido
excepcional.
Estamos de vuelta en el hotel, disfrutando a voluntad de una cervecita
de antes de cenar, en el refrescante entorno de la piscina y dándonos un respiro
y recuperar forma para la maratón del dia siguiente, después a cenar y a dormir
que nos lo hemos ganado.
Un día más a las 9:00 en el bus camino de IVANOVO y sus monasterios
rupestres, cuando llegamos ascendemos por un caminito rupestre hasta una cueva
en la que a medida que entramos vemos dos cosas muy bonitas, una de ellas los
frescos de la capilla de San Miguel Arcangel ,muy representativos del arte
búlgaro medieval y la otra el estupendo paisaje que se divisa desde el
balconcillo volado sobre la roca Nos quedamos un rato por allí disfrutando de
los frescos del siglo XIV y pasado un rato al bus rumbo a la zona rupestre
donde se encuentra el JINETE DE MADARA enorme relieve tallado en la roca a 23
m. de altura consistente en una figura a escala real de un jinete con lanza,
seguido de un perro y con un león a sus pies. Los historiadores por el momento
no poseen información cierta del origen de este relieve; andamos durante un
rato por la zona rocosa en la que se encuentra la figura del Jinete viendo numerosas
cuevas como la de “Las Ninfas” entre otras, posibles abrigos para el hombre en
tiempos algo más incomodos.
Hace un tiempo que abandonamos las cuevas y acabamos de llegar a VARNA,
esta noche dormiremos aquí y ya nos hemos aposentado por lo que decidimos salir
a dar un paseo que nos lleve hasta la playa a contemplar el mar Negro. En Varna
se respira y se huele el mar, se siente una atmosfera más relajada de ciudad
marítima y vacacional, paseamos como siempre por anchas calles ajardinadas
otras más estrechas y comerciales y menudean con cierta frecuencia fachadas de
aire modernista de colores suaves y bonitos con característicos adornos y
barandillas, llegamos por fin al mar, disfrutamos del olor y de la brisa un
ratito y volvemos una vez más a cenar al hotel. Hasta mañana.
VARNA es la capital marítima de Bulgaria y en ella se encontró gran
cantidad de objetos de oro datadas hacia el 4200 a.de.C son 6,5 kg de oro
considerado el oro más antiguo de la historia de la humanidad, a finales del
siglo XIX se crean los primeros Baños con intención de atraer turistas y ya a
principios del siglo XX el puerto marítimo. Por la mañana del dia 27 damos un
paseo y hacemos una visita a la catedral
de la Asunción de la Virgen construida en honor de la liberación de
Bulgaria del dominio otomano, nos trasladamos con el bus a Nesebar.
NESEBAR, la antigua Messembria romana,
tuvo gran actividad comercial desde muy temprano con todas las ciudades a
orillas del Mar Negro y el Mediterráneo y es de destacar el desarrollo de la
ciudad en tiempos del zar Iván Alexander, es en este siglo cuando se construyen
la mayor parte de las iglesias medievales que hoy se conservan y que forman
parte de un casco antiguo de calles empedradas, casas fuentes, baños, partes
preservadas de la muralla bizantina y en resumen un conjunto excepcional
delicioso de pasear y declarada Reserva arquitectónica y arqueológica bajo la
protección de la UNESCO. Paseamos toda la tarde, desde que terminamos de comer
contemplando el mar mientras tanto, disfrutamos de encantadoras iglesias de
porte medieval, ruinas que como tal, siguen siendo bellas, calles empedradas de
pequeñas tiendas que al exterior no desentonaban, bonitos y floridos rincones,
entramos en la iglesia de Cristo el
Pantocrátor con bonitas vistas sobre la playa y el mar, pasamos por delante
de otras también bellísimas y terminamos en el Museo Arqueológico a echar un
breve vistazo sobre sus restos Antiguos, Medievales y Renacentistas y nos
fuimos agradeciendo el acierto y el empeño en mostrar y conservar adecuadamente
lugares como Nesebar.
Amanece el día 28, poco a poco se van
completando el recorrido previsto y va creciendo la idea de que este país tiene
mucho más que ver de lo que imaginábamos, hoy nos vamos a un lugar del que se
habla de vez en cuando fuera de las fronteras de Bulgaria EL VALLE DE LAS ROSAS que no solo perfuman aquí sino que perfuman
mucho otros lugares más allá de sus fronteras. En este valle a mediados del
siglo XX y por una venturosa jugada del destino que convierte una circunstancia
bélica en un hecho afortunado en Abril de 1944 y en un pueblo situado en este
valle KAZANLAK, se descubre la
entrada de una tumba tracia compuesta de antecámara, pasillo y cámara funeraria
con techo en bóveda puntiaguda. El descubrimiento y las investigaciones
posteriores demostraron que no solo era un hallazgo formidable por su arquitectura,
fueron los 40 metros cuadrados de los frescos encontrados en ella lo que
provoco que la necrópolis tracia de Kazanlak fuera declarada Patrimonio Mundial
de la Cultura por la UNESCO y el Valle de las Rosas sea más conocido hoy como EL VALLE DE LOS REYES TRACIOS.
Una vez terminada la visita de la tumba tracia hacemos acopio del
producto oloroso en todas las formas posibles de fabricación y como llueve y no
está para paseos nos vamos a comer a un restaurante cercano, más tarde y
aprovechando que escampa nos proporcionamos otra sesión de cultura Tracia en el
Museo Arqueológico y ya en el bus marchamos a SHIPKA a visitar su iglesia rusa.
La iglesia fue construida en 1902 como hemos visto otras muchas veces, para
ensalzar a los caídos en la guerra ruso-turca de liberación de Bulgaria, la
precede antes de entrar un bonito jardín que la rodea, en su interior está
recubierta de pinturas que reflejan la historia de Bulgaria y Rusia y escenas
de Antiguo y Nuevo Testamento. Su arquitectura obedece el clásico estilo de
arquitectura religiosa rusa y en su cripta se encuentran enterrados soldados
caídos en la batalla. Sigue lloviznando y el paseo por los jardines no parece
lo más adecuado, una vez más acudimos al bus como mejor opción y continuamos
hasta la ciudad de Plovdiv donde está el hotel en el que nos alojaremos las dos
últimas noches de nuestra estancia en Bulgaria.
PLOVDIV es la
segunda ciudad búlgara en importancia y una de las más antiguas que se conocen
en todo el mundo, hay quien remonta su origen hace más de 6.000 años, este dato
como es lógico hace pensar en las numerosas civilizaciones que han dejado en
ella su huella y los distintos estratos arqueológicos sobre los que se asienta
la ciudad de hoy. En un principio está claro que los Tracios y los Macedonios
fueron algunas de estas culturas hasta que los romanos la conquistan en el
siglo I y de ellos tiene importantes vestigios sacados a la luz;
posteriormente, eslavos, búlgaros y otomanos se hacen con ella hasta que Rusia
se la conquista a estos últimos antes de la primera guerra mundial, de manos de
los rusos recibe el nombre con el que la conocemos hoy.
Así pues empezamos la mañana a las 9:00 hora de Bulgaria, encaminándonos
desde donde nos deja el autobús hacia la parte antigua de la ciudad,
persiguiendo como siempre a Silvia que ya nos conoce más que suficiente y no
hace caso de nuestras quejas .Lo primero que nos encontramos es la Mezquita Dzhumaya una de las más
interesantes dentro del gran número de ellas que hay en la ciudad, por la
mezcla de culturas (bizantina, otomana y búlgara) que en ella se advierte; al
salir prácticamente al lado vemos la parte excavada del Estadio romano (s. II) es solo una pequeña parte pues el resto
permanece aún debajo de la calle comercial , era uno de los estadios mayores
del Imperio con cabida para unos 30.000 espectadores. Continuamos andando hasta
llegar al Teatro Romano, esplendido
hallazgo de hace muy pocos años que
viendo el nivel de conservación y su importancia parece imposible que haya
estado oculto hasta 1978, tiene capacidad para 6.000 espectadores distribuidos
en 14 gradas y un escenario de dos plantas todo ello muy bien conservado. Al
igual que ocurría con la tumba tracia de Kazanlak su descubrimiento también fue
fruto de la casualidad. Y para rematar el mundo romano de Plovdiv subimos hasta
el antiguo Foro Romano que al contrario del teatro se encuentra muy destruido,
desde este lugar se contemplan una preciosa vista y se observan alguna de las
colinas sobre las que se asentaba la ciudad que lo hacía sobre tres de ellas,
razón por la que los romanos la llamaron Trimontium.
Después de este baño de cultura clásica callejeamos por un barrio
altamente representativo del Renacimiento Nacional Búlgaro, es un barrio de
calles empedradas con cuestas solo para peatones y con un conjunto de viviendas
y mansiones sorprendentes de colores cálidos muy diferentes entre sí, con
fachadas muy movidas, mucho voladizo y muchas ventanas, viviendas de ricos
burgueses comerciantes deseosos de mostrar su prosperidad tanto al exterior
como en los lujosos y bien amueblados interiores, de dos plantas con espaciosas
habitaciones, techos de madera y cuidadosos murales y bonitos jardines con
adornadas fachadas que compiten con lo angosto de sus callejuelas. Es en este
barrio tranquilo, delicioso de pasear donde se conforma la arquitectura
renacentista búlgara a pesar de estar aún bajo la dominación otomana. Visitamos
el interior de una casa, estuvimos en el jardín de otra muy bonita por cierto
que hoy es Museo Etnográfico y nos encaminamos a comer, hecho lo cual dedicamos
el tiempo libre a lo que quiso cada quien, algunos al Museo Arqueológico, del
que luego, una vez terminada la visita, volvimos dando un paseíto hasta el
hotel a ponernos guapos para la cena de esta noche.
Y caminando, caminando guiados y
atendidos por nuestra “amiga” Silvia hemos llegado al lugar de la fiesta a
divertirnos, a bailar, a ver y escuchar el espectáculo de folk búlgaro y a suavizar
la nostalgia de los días pasados, que querríamos volver a realizar para
aprender mejor, lo que pensamos todos que ya hemos olvidado, a pesar de los
esfuerzos de Silvia por sacarnos algún partido. Bueno, pues si, nos divertimos,
bailamos unos más que otros y terminamos la fiesta contentos y cansados.
Ahora sabemos que Bulgaria era una
gran desconocida a la que merecía la pena venir a ver, a saber de su historia y
de sus gentes que han sido y son más interesantes de lo que imaginábamos y
ahora también sabemos que el perfil que se alojaba en nuestras cabezas era
bastante erróneo y lo hemos corregido y actualizado, eso es lo que de
importante tiene viajar, eso y el de dejar amigos a los que esperamos volver a
ver aquí o allí y a ser posible pronto.
Ana del Castillo
.
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